martes, 10 de julio de 2018

En pocas palabras.....el idioma Rotokas

Si se ha de escribir sobre un idioma distinto y explorar aquello que lo rodea para un adicional al conocimiento es empezar por el “donde”. Mi interés por el idioma “Rotokas” está basado en aquello que lo hace único, exótico, sencillo y difícil al mismo tiempo. Pero empecemos por el lugar que lo vio nacer y en donde su habla es el común de un porcentaje mínimo que la tiene por suya.

El “Rotokas” es un idioma natural de Papúa Nueva Guinea, un país situado al norte de Australia, al oeste de las Islas Salomón y al suroeste del Océano Pacífico. En este país se han considerado más de ochocientos idiomas y tiene una de las mayores diversidades culturales en el mundo. Es uno de los territorios menos explorados cuya flora y fauna aún están por descubrir. Por el lado turístico hay diversas opciones para los exploradores de lo exótico y aventurero desde el buceo en los arrecifes de coral, caminatas por el sendero Kokoda, disfrutar de músicas y danzas en el festival “Sing-Sing” y por supuesto las playas paradisiacas.
En el archipiélago de las Islas Salomón encontramos la mayor de ellas llamada “isla Bougainville” en honor a su descubridor, el francés Louis Antoine de Bougainville, lo que nos lleva ya a establecer el “donde” exacto del origen del idioma que nos ocupa y que descubrí con mucha sorpresa: el “Rotokas”. Dicha isla se encuentra al este de Australia.

Muchos eruditos concuerdan que este idioma se lleva el título de ser el lenguaje más simple considerando que existen casi 7000 idiomas. Se le conoce por solo poseer doce letras en su alfabeto. Un hecho interesante sobre ello es que no existen los sonidos nasales, que se hacen al pronunciar la letra “n” y normalmente son solo audibles cuando los nativos de este idioma tratan de imitar el intento de un extranjero de hablar el idioma Rotokas. Suena gracioso y bastante peculiar. No me imagino a un caballero francés, alemán o italiano recrear un sonido no existente en su idioma al escuchar a un extranjero hablarlo sabiendo que ello no tiene ningún sentido en el suyo. La naturaleza de este idioma tan sencillo y poco hablado se compara al vivir de la gente que lo habla, de igual manera sencillo y perennemente con la sonrisa en los labios.

Poco más de cuatro mil personas hablan este idioma. Y en realidad se divide en tres dialectos: el central, “Aita” y “Pipipaya” recordando que entre idioma y dialecto existen diferencias en las que el primero es más general y el segundo es más particular y específico de una zona.
No es muy común encontrar escritos en este idioma. La mayor parte de estos fueron escritos por los lingüistas australianos Irwin Firchow y Stuart Robinson. En 1987 Firchow publicó un borrador gramatical por así decirlo del idioma “Rotokas” el cual no es fácil de obtener. Sólo con el permiso de su esposa Jackie Mansen y los editores de “Language and Linguistics in Melanesia” se puede obtener tal vez una copia de él ya que Firchow falleció a principios de los años noventa.
Ya que menciono los escritos de Firchow principalmente, comparto una frase en este idioma, y que al investigar y rebuscar todo cuanto se refiere a ello se cita como ejemplo la siguiente frase:
“Osireitoarei avukava iava ururupavira toupasiveira”
La encontré traducida como “los ojos de la anciana están cerrados”. 
Tipológicamente este idioma posee adjetivos y pronombres demostrativos que preceden a los sustantivos que modifican. Los adverbios no tienen un orden específico ni estricto. Como lo mencioné antes, el “Rotokas” posee doce letras las cuales toma del alfabeto latino, siete consonantes y cinco vocales, las cuales son:

A,E, G, I, K, O, P, R, S, T, U, V

Las formas de aprenderlo son mayormente de manera vivencial, para poder entender y diferenciar los sonidos es importante escucharlos de un hablante nativo. Anteriormente cité el borrador gramatical de Irwin Firchow pero también existe “El Inventario de Fonemas del Dialecto Aita del Rotokas” de Stuart Robinson, disponible en formato PDF. Si hay una curiosidad investigativa hay material escrito bastante escaso pero que con la ayuda del internet puede hallarse de manera limitada y sirve de mucho para el entendimiento general y gracias a los señores Robinson y Firchow seguirá siendo motivo de admiración y curiosidad.


El “Rotokas”, inusual idioma tan alejado, aislado y con pocos fonemas, me lleva a pensar en todo lo que aún queda por descubrir en nuestro vasto mundo. Hay lugares amplios para idiomas simples y con pocos elementos. Hay aún alrededor de su entorno muchos colores y formas que no han sido nombrados, la gente que respira y vive este idioma puede no conocer las maravillas tecnológicas o las formas más modernas de aprovechar su agricultura y otros medios de subsistencia pero tal vez sin saberlo poseen muchas razones para ser admirados y hacen que nuestra curiosidad y afán de investigación nunca duerman. 

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